jueves, 16 de agosto de 2012

Hopper: un americano en Madrid



A todos los amantes del arte y aquellos que no son, en Madrid hay una fabulosa exposición sobre el artista Edward Hopper en el Museo de arte Thyssen-Bornemisza hasta el 16 de Septiembre. La exposición recoge 73 obras del artista pudiéndose dividir en dos grandes bloques: por un lado una historia de sus inicios, bocetos y primeras obras para pasar a la etapa de madurez con sus obras más célebres.

Autorretrato, 1925-1930

Las primeras salas se hacen un poco monótonas y aburridas, como en muchas exposiciones temporales, y te hacen replantearte la calidad de la exposición pero cuando llegas a la etapa de madurez descubres unas obras que te cautivan y llaman la atención. Sin ser nada experto en arte, puedo relataros un poco mis sensaciones al ver las obras.

Para mí algo muy importante que debe tener cualquier artista es personalidad. ¿Y qué es para mí personalidad? Que tú veas algo suyo y digas: "es de X". Hopper la tiene. Cuando ves una, dos, tres de sus obras ya te das cuenta que la próxima vez que veas una obra de él sabrás que es de él sin falta de que nadie te lo susurre al oído. El matiz de los colores siempre está en la misma línea - colores apagados rozando los pasteles, verdes y azules muy pálidos - unos trazos de pincel marcados pero a la vez no cerrados del todo que dan un aspecto plástico muy interesante.


Casa junto a la vía del tren, 1925

El Loop del puente de Manhattan, 1928

Habitación de hotel, 1931


La temática de su obra te transporta a Estados Unidos, concretamente a la primera mitad del siglo XX. Ves rasgos típicos de la época que transmiten mucho más que cualquier fotografía. Habitaciones de aquellos años así como diferentes objetos y edificios con la estética correspondiente. No voy a comentar obras ni detalles porque soy de la creencia que es mejor ver las cosas por ti mismo a que te las cuenten además de que nada sirve escribir mucho texto en el blog.

Noctámbulos, 1942

Mañana en una ciudad, 1944

Carretera de cuatro carriles, 1956


La exposición llega a su punto final con la recreación de la obra Sol de la mañana. Está realizada por el cineasta Ed Lachman y ella puedes ver la obra en una maqueta descompuesta en varios planos. Es la primera vez que veo una obra de arte de una forma que podría traducirse como 3D, podías sentirla como ninguna otra. Como punto de vista anecdótico, y sobre todo para mí que me interesan estas cosas, enfrente de esta recreación hay un podio que te invita a sacar una foto desde tu móvil y escribir un tweet sobre en qué crees que está pensando la mujer del cuadro.


El sol de la mañana, 1952

Recreación en el Thyssen

¿En qué piensa la mujer del cuadro Sol de la mañana? 

Mi participación en la iniciativa

Links:


Espero que vayáis a verla porque merece la pena,

R.

1 comentario:

  1. Yo fui a verla y me encantó. Como resultado escribi un artículo titulado: "HOPPER: Crónica novelada de una exposición" en el blog en el que colaboro. Os dejo la dirección por si teneis curiosidad
    http://elfrikismoilustrado.blogspot.com/...

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